En el 2018 un grafiti de Banksy, después de alcanzar en una subasta $1.4 millón de dólares, se autodestruyó. “El impulso de destruir es también un impulso creativo”, dijo el artista citando a Picasso.
La casa de subastas Sotheby´s describió la obra: “enmarcada, pintura en aerosol y acrílico sobre lienzo”. La imagen, una pequeña niña que suelta un globo rojo con forma de corazón. La niñez y la libertad, temas arquetípicos en la historia del arte ¿logra la pequeña atrapar el globo o se le escapa? A Bansky, que aun permanece anónimo, le gusta provocar.
Desde que existe el arte, este se destruye para borrar el legado cultural de un enemigo: para desaparecer un momento histórico que no debe perdurar; como un acto de activismo; por vergüenza. Hasta la contemporaneidad no se había hecho por razones económicas. Por rabia, esculturas se derriban, libros se queman, imágenes se esfuman.
La escultura romana se encuentra en el museo British Museum, data del siglo 1 o 2 a. C., de valor incalculable. Un accidente provocado por un camarero hizo que la pieza perdiera un dedo
Hoy al diario de Frida Kahlo le falta un dibujo, no porque haya sido arrancado y regalado, sino porque un coleccionista mexico-americano lo quemó durante una fiesta. La obra, Fantasmones siniestros, tenía un valor de 10 millones de dólares, más de 200 millones de pesos. Obra autobiográfica, bosquejo sentido y libre que brotó del subconsciente como apunte de ideas. No es una representación. Es un esbozo. Los trazos fueron hechos con crayón, lápiz, pluma acuarela y tinta sepia. Uno de los muchos espectros que poblaron la mente de Frida, parte del bestiario íntimo que plasmó en un documento personal que no debía ser visto, mucho menos publicado. Un regalo que pasó por una casa de subastas y terminó quemado en una fiesta.
Hace más de veinte años se descubrió el diario de Kahlo, poco tiempo después fue publicado. Gracias a eso descubrimos todos los colores de una mujer valiente, sencilla, que sabía sufrir a su manera. Una artista única y profundamente original. Sirvió para alimentar la leyenda de un ser humano inmortal.
En el reverso de Fantasmones siniestros se podían leer las palabras Auxocromo y Cromoforo; átomos que unidos intensifican el color: Frida y Diego.
Anitzel Díaz
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