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A finales de enero comenzaron a florecer las jacarandas en Ciudad de México y Cuernavaca. Su ciclo normal es de finales de febrero a principios de abril. Es el primero y más evidente anuncio de la primavera. Fenómenos similares se observaron en varias partes del mundo; con el cambio climático, el aumento de las sequías y las temperaturas la primavera se está adelantando.
Una investigación publicada en Nature Climate Change concluyó que “sólo este efecto de las precipitaciones provocará un adelanto de la primavera biológica de entre 1.2 y 2.2 días cada década de este siglo”.
En Veracruz, en la región de Huatusco, se ha observado el adelanto paulatino de la floración del cafeto, lo que ocasionó disrupciones en la producción del café. Nuestro entorno cambia, influye en nuestra manera de ser y disfrutar, en nuestros hábitos.
Gustav Klimt pasó años observando y pintando los bosques; en su etapa de ermitaño realizó una serie de pinturas, entre abstractas y realistas, siempre impresionantes. Lo que más lo reconfortaba era el claro paso de las estaciones en el bosque. El otoño era su estación favorita.
Beth Moon, fotógrafa estadunidense, ha viajado por todo el mundo buscando árboles arcaicos, los más peculiares, los más espectaculares. “A menudo me asombra, tengo un gran aprecio por muchos aspectos de la naturaleza, así que tal vez sea esta emoción la que estoy tratando de capturar y traducir. No quiero simplemente documentar, sino registrar la belleza y el entusiasmo que siento hacia el sujeto cuando tomo la fotografía.”
Beth fotografía baobabs, árboles de la aljaba, pinos de Balfour, olivos, enebros, árboles de Josué, secuoyas, robles y castaños en la noche, el contraste entre el árbol y las estrellas, los contornos de la oscuridad rotos por la complicada silueta de ejemplares centenarios, testigos iluminados del inexorable paso del tiempo.
Francis Hallé, botánico francés, especialista en arquitectura de los árboles, ha dibujado miles de especies. Ha tenido el privilegio de estudiar durante sesenta años magníficos ejemplares. Siempre con un cuaderno en mano traza hojas, troncos, flores, ramas, raíces. La sensación de asombro lo acompaña cuando observa la fragilidad de estos seres frente al avance de la actividad humana; un método y conocimiento que resultan en sorprendentes piezas de arte contemporáneo.
En una entrevista, Hallé dijo que “es hora de reconocer que el árbol no es propiedad exclusiva de nadie, que merece ser reconocido como un patrimonio común a toda la humanidad y que su conocimiento debe ser colectivo”.
Se calcula que existen hasta tres billones de árboles hoy en el mundo. Cada año el hombre destruye 15 millones. ¿Cómo irá a cambiar el paisaje de nuestro entorno? ¿Qué van a fotografiar o pintar esos artistas que aún no han nacido? ¿Qué imágenes quedarán en la memoria?
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