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Luz para proyectar poesía zapoteca

 






Reconstrucción, intervención, re-imaginación. ¿Cómo vuelve a la vida un edificio destruido, cómo se convierte en centro de la vida comunitaria de una ciudad golpeada por un terremoto? Con las manos de voluntarios. Con el conocimiento de arquitectos. Con la imaginación de artistas. Con el esfuerzo de una ciudad.



Después de los temblores de septiembre del 2017 el paisaje urbano de varias ciudades cambió. La región del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca fue una de las más afectadas. En Juchitán de Zaragoza, todo cambió. “Todo lo bello que era nuestro Juchitán, las casas de tejavana que decimos, eran bonitas, pero pues ya desaparecieron todo eso. Tenemos casas modernas que se están construyendo. Va cambiando la imagen”, explicó Ángel Sánchez, el mismo que rescató la bandera entre los escombros.



El mercado, la mitad del palacio municipal, del siglo XIX, se derrumbó. El hospital quedó devastado, la antigua estación de ferrocarril, miles de casas.





Edificios vivos



La comunidad, un despacho de arquitectos y una fundación le dieron vida a lo que era ya una ruina. La antigua estación de Ferrocarril de Juchitán, que desde tiempo quedó en el olvido y presentaba un severo deterioro estructural, casi desapareció después de los sismos del 2017.



Como parte de la restauración del edificio de la antigua estación de ferrocarril en Juchitán, donde actualmente funciona la Biblioteca Pública José F. Gómez, el arquitecto portugués Joa Boto Caeiro de Root studio, realizó la construcción de un corredor artístico dentro del proyecto financiado por la fundación Harp Helú.



Fundamentalista de la tierra, así describe Joao Boto Caeiro su trabajo. Este arquitecto, que ha viajado por el mundo ayudando a cumuniades a tomar conciencia sobre su entorno por medio de una arquitectura sustetable y social, ha estado trabajando en Oaxaca los últimos dos años.



El despacho Root Studio hace hinapié en los materiales naturales como la tierra, la piedra, el bambú, el maguey. Tiene un enfoque comunitario participativo, donde por medio de convocatorias en redes sociales, habitantes locales, estudiantes, incluso niños ayudan en trabajos no epecializados como la elaboración de adobes o el aplanado de paredes. A menudo incorpora sistemas naturales de construcción, como la recolección de agua de lluvia y la ventilación pasiva.



“En Oaxaca, conocí otro lado de la arquitectura, uno más humano. Me hizo recordar la esencia de esta profesión, que busca la integridad de aquel al que sirve,” compartió Scarleth Scarleth Samaniego, estudiante de arquitectura. “Por eso colaboré con ellos, para poder contribuir y regresar lo que sé… Lo que soy ahora me hace sentir plena”, añadió.



El corredor artístico en la antigua estación de Ferrocarril  cuenta con un techado metálico, grabado con  imágenes del artista plástico juchiteca Demian Flores y textos poéticos en lengua zapoteca con sus traducciones al español, de Irma Pineda y de Natalia Toledo.



Los trazos e imágenes grabados en el techo cobran vida con la luz del sol. Cambiando según la hora, regalando a los espectadores una experiencia inmersiva en el arte. El espectador se vuelve parte de la pieza.



Se pretende que en este espacio se lleven a cabo exposiciones, presentaciones de libros, fomento del hábito a la lectura y otras actividades culturales.






El arquitecto



João Boto Caeiro se ha dedicado especialmente al trabajo y formación en comunidades rurales, donde ha venido desarrollando proyectos sustentables e investigación sobre construcción con materiales locales, especializándose en tierra y bambú. Ha organizado Talleres de Proyectos y Construcción en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y es docente de las Materias de Diseño Artístico y Geometría en la Facultad de Bellas Artes.




Antigua estación de ferrocarril en Juchitán

La antigua estación forma parte del patrimonio cultural oaxaqueño y su valor histórico radica en la importancia comercial y social de la ciudad desde finales del siglo XIX y el auge minero de la región hasta entrado el siglo XX. El conjunto ferroviario está protegido por el Plan Parcial de Conservación Municipal y cuenta con inmuebles catalogados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Publicado en https://semanal.jornada.com.mx/2020/02/02/reconstruccion-en-juchitan-luz-que-se-transforma-en-arte-8864.html

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